REDES INALAMBRICAS
La red inalámbrica local es un perfecto sustitutivo del cableado tradicional para montar una red local. En lugar de transmitir la información por medio de cable, se transmiten a través de ondas de radio cifradas, con lo que se elimina una costosa y problemática instalación.
En sólo unos minutos, la red local inalámbrica estará lista para funcionar, transmitiendo fiablemente la información gracias a las antenas emisoras / receptoras y tarjetas decodificadoras para cada equipo.
Esto permite la perfecta movilidad de los equipos en red dentro del radio de cobertura de la red inalámbrica, radio que se extiende en las tres dimensiones y que es fácilmente ampliable con las antenas adecuadas. Esto hace de la red inalámbrica un soporte robusto, seguro y poco problemático para todo tipo de edificios.
Las ondas de la red inalámbrica no se bloquean ni se distorsionan por objetos sólidos, por lo que pasan fácilmente a través de puertas, tabiques, suelos y techos, y su señal cifrada y de frecuencia modificable por el usuario permite la total ausencia de interferencias, con una velocidad de transmisión de 10 megabytes por segundo.
Esto hace a nuestra red inalámbrica la solución perfecta para:
- Ampliación de redes locales cableadas.
- Cobertura en puntos de difícil conexión por cable.
- Entornos de trabajo de configuración constantemente variable en tiempo casi nulo.
- Acceso a la red local para ordenadores portátiles.
- Despliegue de redes locales para picos de trabajo o instalaciones de obra.
Con esto podemos ahorrar en espacio, por ejemplo, estableciendo areas de conexión local temporal para personal que pasa mucho tiempo fuera de las instalaciones como los comerciales, sin necesidad de tener recursos ociosos en una instalación fija. Permite que los ordenadores portátiles de este personal estén dentro del grupo de trabajo local en el momento en que estos entren en el puesto de trabajo, con lo que nos ahorramos el coste de un ordenador fijo de otra manera ocioso durante gran parte del tiempo.
También permite un ahorro de costes en instalaciones fijas en entornos de difícil cableado como puede ser una nave repleta de valiosas instalaciones de fabricación o edificios con características especiales como un edificio histórico o de valor arquitectónico. Así como la fácil expansión o limitación, si fuera necesario, de la red actual con sólo añadir o retirar módulos.